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Poner Límites a los Niños es lo Mejor!

Mi niño de 8 años era muy imaginativo, sin embargo, poco social y prefería estar solo que jugar con compañeros de escuela o con su propio hermano. En sus inicios pensábamos que el niño era solitario, pero luego fuimos observando que frecuentemente su habla se tornó caricaturesca, sus frases eran repeticiones de diálogos de cómicas y repentinamente habían explosiones de mal humor algo exageradas y que terminaban siendo una réplica de algún capítulo de una tira cómica.

Observar al niño con estas actitudes fue lo que nos llevó a buscar ayuda, pues esto llegó a notarse en el colegio en la parte de socialización.


En la sesiones con la psicóloga se determinó que el niño pasaba muchas horas viendo cómicas, al punto de que se memorizaba los diálogos y adoptaba acentos de los personajes de las cómicas; por otra parte el niño usaba el celular para jugar y se creó una fijación al punto de que si no tenía el celular se alteraba.


Como padres nos sentimos muy culpables de la situación, ya que somos nosotros los que debemos vigilar y regular lo que nuestros hijos hacen, no importa si trabajamos todo el día no había excusa; a veces creemos que con tener cable TV y dejarlos ver sus cómicas les estamos dando una forma de divertirse, pero esto no es así, ya que no hay límite para la cantidad de horas que los niños ven cómicas y esto no es correcto.


Todo lo que estábamos viviendo me hizo pensar en mi propia infancia y para ser honesto cuando yo era niño, solo habían a lo mucho 2 horas de tiras cómicas en el día, el resto eran novelas, noticias y programas de variedades, lo que me llevaba a estar aburrido y ese aburrimiento me llevaba a inventar un juego, ya sea con mis juguetes, beisbol , buscar un juego de mesa o rogarle a mi abuela para que me llevara a casa de mi vecino a jugar…. Lo que trato de decir es que ese aburrimiento no era malo, porque buscaba algo que hacer para que mi tarde no fuera insoportablemente aburrida.


Llevando todo lo dicho anteriormente a la vida de mis hijos, con tantos canales de tiras cómicas disponibles, Tablet, video juegos, etc… no les permito estar aburridos, al punto que no necesiten inventarse un juego para divertirse, realmente no los dejo pensar.


La fijación de mi hijo y esa ansiedad la fuimos remediando solo con poner límites a las horas de las tiras cómicas, solo 1 hora en las mañanas y 1 hora en las tardes; comenzamos a regular el tiempo para jugar los video juegos y como si fuera magia, poco a poco fue desapareciendo el habla caricaturesca, los diálogos repetitivos de las cómicas y comenzamos a escuchar al niño expresar sus propios pensamientos sin estar prefabricados o influenciados. Al niño le explicamos el porqué de estos cambios y lo aceptó con tranquilidad y para ser franco…. realmente me sorprendí de lo bien que aceptó todo!.


Definitivamente, la tecnología es buena, pero todo en exceso es malo….

Es una frase trillada pero muy cierta, para todo debe haber un límite y ese límite lo ponemos nosotros. Nadie tiene un manual de cómo ser padres y todos los días aprendemos de nuestras propias vivencias.

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